El golpe de Estado en Irán de 1953, que derrocó al primer ministro Mohammad Mosaddeq, es un evento crucial en la historia moderna de Irán y un ejemplo emblemático de la intervención extranjera durante la Guerra Fría.
La nacionalización del petróleo iraní fue un acontecimiento crucial en la historia de Irán y marcó el inicio de una serie de eventos que culminaron en el golpe de Estado de 1953.
Conocido como la Operación Ajax, este golpe de Estado fue orquestado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) y el MI6 (Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido), con el objetivo de preservar intereses occidentales en la región y evitar la expansión del comunismo.
Contexto Histórico: Nacionalización del Petróleo Iraní
Control británico: Antes de la nacionalización, la industria petrolera iraní estaba controlada por la Anglo-Iranian Oil Company (AIOC), una empresa británica. La AIOC extraía y comercializaba petróleo iraní, obteniendo enormes ganancias para Gran Bretaña.
Descontento popular: La población iraní se mostraba cada vez más descontenta con el control extranjero de sus recursos naturales. Consideraban que la AIOC no estaba generando suficientes beneficios para el país y que la riqueza petrolera estaba siendo desviada hacia Gran Bretaña.
Mohammad Mosaddeq: Un político reformista y nacionalista, se convirtió en primer ministro de Irán en 1951. Su gobierno es recordado por la histórica decisión de nacionalizar la industria petrolera iraní, que hasta entonces había sido controlada por la Anglo-Iranian Oil Company (AIOC), una empresa británica. Este movimiento fue visto como una afrenta directa a los intereses económicos del Reino Unido, que dependía del petróleo iraní para sostener su economía.
Ley de Nacionalización: En marzo de 1951, el parlamento iraní aprobó una ley que nacionalizaba la AIOC. Esta ley otorgaba al gobierno iraní el control sobre la producción, refinación y exportación de petróleo.
La decisión de Mosaddeq desató una crisis diplomática y económica. El Reino Unido respondió con un bloqueo económico y un embargo petrolero, paralizando la economía iraní. La situación atrajo la atención de Estados Unidos, que temía que la crisis empujara a Irán hacia la órbita soviética, en medio del contexto global de la Guerra Fría.
Crisis y Golpe de Estado
Crisis económica: La nacionalización de la industria petrolera provocó una crisis económica en Irán, ya que Gran Bretaña y otros países occidentales impusieron un embargo sobre el petróleo iraní. La economía iraní se debilitó y el gobierno de Mosaddeq enfrentó dificultades para mantener el orden interno.
Golpe de Estado: En agosto de 1953, con el apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña, se produjo un golpe de Estado que derrocó a Mosaddeq y restauró al poder al Shah Mohammad Reza Pahlevi. La Operación Ajax, conocida en Irán como el 28 Mordad Coup (en referencia a la fecha en el calendario persa), fue una operación encubierta llevada a cabo en agosto de 1953. Bajo la dirección de Kermit Roosevelt Jr., un agente de la CIA, la operación involucró una combinación de sobornos, propaganda, manipulación política y la movilización de militares y matones callejeros.
El primer intento de golpe, el 15 de agosto de 1953, fracasó, y Mosaddeq logró permanecer en el poder por unos días más. Sin embargo, tras una serie de maniobras políticas y disturbios organizados por los conspiradores, el 19 de agosto el golpe tuvo éxito. Mosaddeq fue arrestado, y el Shah Mohammad Reza Pahlavi, que había huido del país, fue restaurado como monarca absoluto de Irán.
Consecuencias del Golpe de Estado
Fortalecimiento del Shah: El golpe de Estado consolidó el poder del Shah, quien gobernó Irán como un dictador durante las siguientes décadas. El Shah implementó una serie de reformas modernizadoras, pero también reprimió la oposición y violó los derechos humanos.
Resentimiento popular: El golpe alimentó un profundo resentimiento hacia Occidente, especialmente contra Estados Unidos y el Reino Unido, quienes fueron vistos como intervencionistas que sabotearon la soberanía de Irán. Este sentimiento antioccidental se intensificó y fue un factor clave en la Revolución Islámica de 1979, que transformó a Irán en una República Islámica bajo el liderazgo del Ayatolá Jomeini.
Relaciones internacionales: Las relaciones entre Irán y Occidente se deterioraron significativamente tras el golpe de Estado, lo que tuvo un impacto duradero en la política de la región.
Control del Petróleo: Aunque Irán recuperó el control parcial de su industria petrolera tras el golpe, el sector quedó bajo la influencia de un consorcio internacional de empresas, incluyendo compañías británicas y estadounidenses. La nacionalización plena que Mosaddeq había buscado fue revertida, aunque con algunos beneficios económicos para Irán.
Impacto en la Política Global: La Operación Ajax se convirtió en un modelo para futuras intervenciones encubiertas de Estados Unidos durante la Guerra Fría. La percepción de que los gobiernos podían ser derrocados mediante operaciones secretas alentó políticas similares en otras regiones, lo que contribuyó a la inestabilidad en varios países del Tercer Mundo.
Profundización: La Larga Sombra de la Operación Ajax
La Operación Ajax dejó una herida abierta en la historia de Irán. La narrativa oficial del régimen islámico que surgió tras la Revolución de 1979 ha utilizado el golpe de Estado de 1953 como un símbolo de la lucha contra el imperialismo occidental. Esta visión ha alimentado una política exterior marcada por la desconfianza hacia Estados Unidos y sus aliados, influyendo en eventos como la crisis de los rehenes de 1979-1981 y la constante tensión en las relaciones diplomáticas entre Irán y Occidente.
La operación también expuso las vulnerabilidades de los movimientos nacionalistas y reformistas en el Medio Oriente, mostrando cómo las potencias extranjeras podían influir en el destino de los países a través de intervenciones encubiertas. En un sentido más amplio, el golpe de Estado en Irán sirvió como un recordatorio de los peligros de la intromisión extranjera en los asuntos soberanos de otras naciones, un tema que sigue siendo relevante en la geopolítica contemporánea.
En conclusión, el golpe de Estado en Irán de 1953 fue un evento de gran importancia histórica que tuvo profundas consecuencias para Irán y la región de Medio Oriente. Sus efectos se siguen sintiendo en la actualidad y continúan siendo objeto de estudio y debate.